Alguno al que no le guste demasiado la música me acabará odiando porque tengo la costumbre de utilizar ejemplos musicales para tratar de explicar cosas que tienen que ver con la pesca con mosca o para que sirvan de refuerzo a ciertas ideas.
Hoy voy a empezar con otro de esos ejemplos basados en la música, y luego ya seguimos con la pesca.
A la hora de encarar una interpretación musical tenemos dos vertientes muy claras: la técnica y la teoría.
La técnica es todo lo que tiene que ver con la mecánica a la hora de interpretar un instrumento. Es la parte de la memoria muscular. Y esto está al alcance de cualquiera, siempre que dedique un número suficiente de horas para desarrollarla.
La teoría musical tiene que ver con lo que uno va a tocar. No me refiero al intérprete que se ciñe a una partitura, sino al que ha compuesto esa partitura, al guitarrista que contratan para que grabe los solos de un disco o al batería que sobre una canción ya creada, tiene que componer sus partes de percusión de la mejor manera posible para que la canción al final quede redonda. Y esto no está al alcance de cualquiera, por mucho que se haya estudiado, ya que hace falta conocer la teoría musical, pero también tener una parte más creativa que se sirva de esa teoría para crear algo que resulta atractivo para el oyente.
De hecho, aunque la palabra teoría pueda inducir a pensar lo contrario, alguien que no ha estudiado música en absoluto, puede crear perfectamente una obra musical interesante para el oyente. El ejemplo más clásico de esto es algún célebre guitarrista que siempre afirmó que tocaba "de oído" y que no había estudiado música, sea Van Halen o Paco de Lucía, pero no hace falta irse a estos ejemplos. La música es algo inherente al ser humano. Ya creábamos música muchísimo antes de que se conceptualizase ningún tipo de teoría musical.
Cualquiera de los pueblos primitivos actuales que a duras penas sobreviven en el mundo tienen su propio universo musical, desarrollado en muchas ocasiones dentro de parámetros armónicos únicos, y todo eso sin necesidad de haber desarrollado una teoría como nosotros podríamos entender este término.
Pues con la pesca pasa un poco lo mismo.
La pesca es algo inherente al ser humano porque es un medio de subsistencia. Nosotros actualmente pescamos por puro entretenimiento, pero sigue habiendo individuos de nuestra especie que pescan por pura supervivencia. Pescan porque lo necesitan para comer, por un lado, pero también porque el mero hecho de ser un pescador de éxito, en muchos casos, pueda suponer un retorno en forma de status.
Y dado que la pesca con mosca va camino de alcanzar los dos mil años de existencia, que se sepa, casi podríamos decir que los que empezaron a pescar con mosca no lo hicieron para entretenerse, sino para comer.
Y hay algunos que piensan que para aprender a pescar sirve solamente con la práctica. La práctica ayuda, sí, pero hay una parte inherente a cada ser humano que hace que algunos pesquen de la ostia, y otros nos vayamos contentos a casa si conseguimos librar el bolo.
Lo mismo que hay personas que sin haber dado una clase de canto en su vida cantan de la ostia, y hay otras personas que se ponen a cantar y no dan una nota en el sitio. Los segundos, los que no dan una nota en el sitio, si se pasan un montón de años yendo a clase y practicando, podrán terminar haciendo el apaño y cantando más o menos decentemente, porque la voz es solo un instrumento más con el que también se puede trabajar. Tendrían hecha la parte de la práctica, pero les costaría mucho más ser capaces de aplicar la parte de la teoría para crear sus propias melodías, ya que han aprendido a cantar a base de repetir ejercicios y no porque de manera natural fuese una cualidad muy desarrollada en ellos.
Y esto funciona así con todas las cosas, pero Maradona no fue uno de los mejores futbolistas de la historia únicamente porque tuviese un talento natural para ello, sino porque seguramente desde que pudo empezar a andar no se separó de un balón de fútbol en ningún momento de su vida.
Digo todo esto porque a menudo hay quien me pregunta por la mejor manera de evolucionar como pescador. Y para quien quiera mejorar como pescador la práctica es algo fundamental, pero no va a solucionarlo todo. Hay muchísima gente, sobre todo compitiendo, que pesca muchos días a la semana, pero si ves los resultados de los nacionales o los mundiales verás que hay diez o doce nombres que casi siempre están entre los primeros.
No te quepa duda de que todos ellos van a pescar siempre que pueden. En la parte de la práctica no hay nadie que eche más horas que ellos. Pero, además, seguro que tienen un "algo" que hace que la pesca sea parte de su naturaleza misma.
Así que lamentablemente no hay respuesta única posible para aquel que pregunte como ser mejor pescador. La técnica es fundamental y es la parte que está al alcance de cualquiera. Al alcance de cualquiera que disponga a la vez de tiempo libre y dinero para ir con mucha frecuencia al río a practicar, claro está. Y también de la motivación y la persistencia necesaria para ello.
Pero la parte problemática es la de la teoría, porque incluso aunque dediques muchísimas horas a su estudio, siempre te vas a encontrar a alguien que sin haber estudiado y tocando de oído, va a tocar mejor que tú.