A la hora de renovar nuestro equipo de pesca o de adquirir algún producto nuevo, bien porque nos estemos iniciando, o bien porque vayamos a comenzar con una nueva técnica o modalidad que no practicábamos, se da el caso de que a menudo requiere una inversión que podríamos considerar seria.
Si alguien gana cien mil euros al año pues a lo mejor no se lo piensa demasiado y se compra una caña de gama alta último modelo como quien compra una bolsa de medio kilo de farfalle en el súper. Pero para la mayoría, comprar una caña nueva nos requiere cierto periodo de ahorro, para ir quitando de otros lados lo que nos gastaremos en la caña, o vender alguna caña que ya tengamos para hacer sitio y compensar el gasto en la nueva. O lo que sea.
Así que una vez reunido el dinero y hecha la compra, viene la siguiente fase: disfrutar de lo adquirido y pensar cuánto tiempo tendremos que conservarlo para considerar amortizada la compra.
Esto, por supuesto, depende un poco de cada uno, pero aquí como el que escribe soy yo, no queda otra opción que no sea contar cuando considero yo que algo está amortizado.
Por empezar con lo más fácil, si pensamos en un caña, va a depender del precio, obviamente, pero como a mí no me gusta usar cañas demasiado caras y ya decidí hace tiempo que no me iba a volver a gastar más de 300€ en una caña o blank (sea nueva o de segunda mano), la consideraría amortizada en unas 30 o 40 salidas de pesca. Si ponemos de media unas seis horas de pesca, y lo multiplicamos por 40 días, nos sale que la caña nos ha costado 1,25€ por hora de uso. Tampoco está tan mal. Cuando era joven y tenía más tiempo, con esta cuenta, amortizaba una caña en media temporada de pesca. Lo malo de ser joven y tener tiempo, es que no suele ir de la mano con tener dinero, así que estaban más que amortizadas.
¿Cuánto cuesta una entrada para ver al Madrid o al Barça para dos personas? ¿Y para ver a Metallica o a Coldplay? ¿Cuánto te cuesta salir a cenar por ahí? Y todo esto son actividades que duran un par de horas aproximadamente.
Bueno, en el caso del fútbol y los conciertos siempre puedes añadir las maravillosas aglomeraciones y atascos al llegar y al irte, y contar cuatro horas en lugar de dos.
Creo que es muy importante tener esa perspectiva en relación con las horas de uso y lo bien que te lo pasas durante ese tiempo para poder comparar lo que nos cuesta realmente una caña, un carrete o lo que sea, que en general diría que lo que cuesta está muy por debajo de lo que vale. Salvo algunas excepciones.
Ya sabrás si me has leído a menudo que lo de las cañas de pesca a mil euros me parece una indecencia, porque realmente no lo valen. Y me refiero a las de fibra de vidrio o fibra de carbono. No a las de bambú. Las cañas de bambú son un montón de horas de trabajo de un artesano, que seguramente la está haciendo exactamente a nuestro gusto y con los mejores componentes que se pueden conseguir. Eso es otra cosa. El trabajo artesanal es otra cosa. Igual que si alguien monta en su garaje un taller en el que fabricar cañas de fibra de vidrio o fibra de carbono. Eso es otra cosa. Pero cañas de producción industrial a ese precio, ni de broma.
Y yo también he picado eh, que he tenido una Sage de esas de 800 y pico euros. Pero una y no más. El caso es que para hablar de algo conviene haberlo probado, y después de haber tenido una de esas cañas y haber probado unas cuantas más, puedo decir tranquilamente que las cañas de 900€ que he usado, no eran tres veces mejores que muchas otras de 300€. Aparte de que siempre está el componente del gusto personal de cada uno. Y he comprado solamente una de esas caras, pero he probado muchas, que a través de diferentes intercambios han pasado docenas por mis manos. Solo diría que lo valen las Winston IM6 de una determinada época y las GLX clásicas de dos tramos, y no todos los modelos de esas series, solo en algunas medidas concretas.
Otro ejemplo que a menudo requiere una inversión económica importante es un torno de montaje de moscas. En mi caso tengo varios de gama alta porque cada 7-8 años me compro uno nuevo aunque el que tenga en uso siga en buen estado. De hecho me toca en 2024 o 2025 renovar, que ya hace años que cogí el último que me compré.
Creo que sobra decir que en mi caso resulta muy sencillo que un torno esté más que amortizado cuando compro otro nuevo, pero bueno, si hacemos la misma cuenta que antes, creo recordar que cuando yo compré el Petitjean costaba 450€, a 1.25€ la hora de uso, lo tendría amortizado en 360 horas de uso. O sea, en menos de un año. Y si tenemos en cuenta que algunas de las moscas hechas en ese tiempo puedan haber sido para venderlas o cambiarlas por algún material de pesca, pues todavía se reduciría más ese tiempo.
Podría seguir poniendo ejemplos de este tipo pero creo que más o menos se entiende por dónde va la cosa en mi caso. Si cualquier cosa que me compre, sea de pesca, de música, para ir al monte o lo que sea, me sale más o menos a precio de café por cada hora de uso a partir de haberlo usado un determinado número de horas, considero que me ha salido lo suficientemente barato como para que esté ya amortizado, y a partir de ahí es cuando ya me planteo venderlo para comprar otra cosa y poder seguir probando cosas nuevas.
Excepto con los tornos, que me pesará toda la vida haber vendido el Regal que tuve en su día, y desde entonces no he vuelto a vender ningún torno. Aunque deje de usarlos los guardo. Menos alguno que he tenido por duplicado, claro, que entonces sí he vendido, pero porque tenía dos iguales y ya no usaba ese modelo. Tener uno guardado vale, pero tener guardados dos iguales porque ya no los uso me parece un poco absurdo.
Al final tienes que ser tú mismo el que decida la inversión que le merece la pena hacer en función de las horas de uso que le vayas a dar, del presupuesto del que dispongas, de tus gustos...
A mí me gusta hacer esos números a lo bruto que he hecho más arriba porque me da una idea un poco más clara de lo que me está costando realmente, de las horas de diversión que me ha proporcionado y saber en qué momento es apropiado que me pueda ya deshacer de ese producto para sustituirlo por otro nuevo.