Improved F-fly, para quien no hable inglés, vendría a ser "F-fly mejorada".
Si lo buscas en Youtube o en Google te saldrán un montón de videos y fotos respectivamente.
Y lo que yo me pregunto siempre que me encuentro con eso de "Improved F-fly" es lo siguiente:
¿Cómo se puede mejorar algo que ya es perfecto?
Porque todos esos vídeos y fotos de la F-Fly mejorada, una vez que los ves, con lo que te encuentras es con que han añadido un poco de dubbing en el cuerpo.
Y nada más.
O sea, tú mira como hay que estar arreglado de la cabeza para coger una mosca que ya es perfecta en sí misma, y por añadir un poco de cualquier dubbing en el cuerpo tener los huevazos de darte la importancia que supone eso de estar, supuestamente, mejorando una mosca que ya era perfecta tal y como se diseñó.
Y si traigo hoy este tema, habiendo hablado ya de la F-Fly en otras ocasiones, es porque esto de la F-Fly mejorada nos dice muchas más cosas sobre el pescador que sobre la mosca.
Cuando tienes una mosca que con dos pasadas de hilo de montaje para el cuerpo y dos plumas de cdc para las alas, pesca lo que pesca, y decides que le vas a añadir un poco de dubbing, muchas veces además sin ningún sentido, ante lo que nos encontramos es con pescadores que no son capaces de aceptar que una mosca tan sencilla pueda engañar peces como lo hace la F-Fly.
Dicho así puede parecer una tontería, pero en realidad es una carga más de toda la literatura que venimos arrastrando desde la época de Halford, y que nos ha llevado a pensar que para pescar una trucha con una mosca artificial hace falta ser un Einstein de la vida.
Y mira, con todo respeto, si se añade un poco de dubbing a la F-Fly no estamos ante un Einstein de la vida, sino ante un pescador que muestra una clara falta de confianza. Y no de confianza en sí mismo, sino de confianza en el diseñador de la mosca, Marjan Fratnik por cierto, y también falta de confianza en todos los miles de pescadores que tienen el culo pelado de pescar truchas con el montaje original de la F-Fly tal y como Marjan Fratnik lo concibió.
Y pongo la F-Fly por buscar el ejemplo de la mosca más simple que existe, pero esto te lo puedes encontrar casi con cualquier modelo de mosca sencilla. Hay muchos pescadores que piensan que eso no va a pescar, que las truchas no se van a dejar engañar o qué se yo.
El caso es que me he puesto a escribir esto porque en uno de esos grupos de Facebook en los que hay miles de usuarios de todos los países del mundo a uno se le ocurrió preguntar:
"Si tuvieseis que pescar con una sola mosca seca el resto de vuestra vida, ¿Con cuál sería?"
Pues bien, para mi gran sorpresa, de los 227 comentarios que hay ahora mismo respondiendo esa pregunta, 31 de ellos responden que esa mosca sería la F-Fly.
Así que me he quedado en plan "todavía hay esperanza para el mundo".
También es verdad que de esos 31 habrá varios que usarán alguna de esas versiones mejoradas de la F-Fly, pero bueno, tampoco se puede tener todo en esta vida.
Y ya para terminar, y dejando a un lado la F-Fly, te diré que varias de las truchas más difíciles que he pescado a lo largo de mi vida las pesqué con una mosca, y digo mosca por llamarle algo, que era únicamente un anzuelo TMC2488 del 24 o 26, hilo de montaje negro y una pelotita de pelo de pata de liebre ártica en color natural puesto en medio de la tija para que al mismo tiempo hiciese de señalizador y se encargarse de mantener el anzuelo a flote.
Tampoco es que sea yo otro Einstein de la vida. Es una mosca que copié de Tying Small Flies de Ed Engle o del Micropatterns de Darrell Martin. No me acuerdo ahora en qué libro de esos dos salía, pero era en uno de esos dos seguro.
Yo no estoy como para dar consejos a nadie ni mucho menos, pero sí pienso que demasiadas veces subestimamos el poder de lo simple y nos complicamos la vida porque sí. Tendemos a pensar que cuanto más compleja y completa sea una mosca, puede que funcione mejor, y pienso también que ese es un camino equivocado.
El objetivo debería ser otro. Y personalmente me parece mucho más productivo ir eliminando elementos de cada montaje hasta quedarse con el mínimo producto viable. Es decir, ir eliminando componentes de la mosca para ir comprobando si sigue pescando igual, hasta quedarse con lo mínimo posible siempre y cuando la efectividad, flotabilidad y durabilidad no se vean afectadas.