A alguno de los que me seguís en Facebook os sonará haber leído alguna vez que tenía por ahí alguna mosca y alguna otra cosa que solo hago para mí, y que probablemente antes de acabar el año las iría contando casi todas.
Hoy vamos con una de ellas, pero bueno, que no se disparen tampoco las expectativas que no es nada nuevo y creo que ya hay algún vídeo en Youtube desde hace tiempo de alguno que cuenta lo mismo. Lo que pasa es que, aparte de que pueda haber quien no sepa esto, los vídeos que he visto de alguno que lo cuenta y también cosas que me ha comentado algún amigo que también lo hace, me han hecho pensar que la gente se complica demasiado.
El tema es que todos sabemos que en determinados tramos o determinados momentos, las ninfas especialmente brillantes no son las que mejor funcionan. A veces sí viene bien todo el brillo en la bola o en el cuerpo, pero otras veces no viene tan bien.
Así que como es lógico un montón de pescadores se han dado cuenta de esto, y hay muchas opciones distintas que algunos han ido tomando para poder pescar con ninfas que pesen y que no tengan tantos brillos.
Te cuento soluciones que he visto por ahí y al final te digo lo que hago yo, que me parece lo más sencillo de todo. No digo lo mejor ni lo más eficaz ni nada de eso, sino la forma más sencilla de llevar en la caja dos o tres docenas de ninfas sin brillo excesivo pero que sí tengan peso sin tener que ir a tamaños enormes.
Porque para ninfas de mucho peso sin brillo, una de las soluciones más clásicas era aumentar el tamaño de la ninfa, dar mil vueltas de plomo y tirar para adelante. Las famosas bujías que usábamos cuando se empezó a poner de moda la pesca con ninfa.
Otra opción también de más o menos la misma época era usar tres ninfas, bien lastradas con plomo plano bien apretado para que quedasen cuerpos finitos con los que resultaba más sencillo ganar profundidad y tener así el peso de las tres ninfas hechas de esta manera.
Estas dos soluciones podríamos decir que forman parte de la época "pre-tungsteno" y no creo que las siga usando nadie a día de hoy.
Ya en época tungsteno, cuando querías una ninfa con peso y poco brillo tenías la opción de hacer el montaje de forma que la bola quedase debajo del saco alar, o medio camuflada entre el dubbing del tórax y cosas así.
Y otra opción era coger, por ejemplo, para una larva de trico en anzuelo del 10, pues le metías cinco bolas, dos de 2.0 mm., una en medio de 2.5 mm. y otras dos de 2.0 mm. todas a lo largo de lo que iba a ocupar el cuerpo de la ninfa en el anzuelo, y luego hacías el montaje por encima tapando todo con dubbing o los materiales que se fuesen a utilizar para la ninfa. Puedes crear el perfil de la ninfa jugando con los tamaños de las bolas de tungsteno y va muy bien para gammarus, larvas de trico y cosas así.
Otra cosa parecida que usé durante un tiempo era coger un anzuelo jig, meterle una bola de tungsteno de 3.5 o 4.0 mm y poner también una de esas piezas de tungsteno que están a medio camino entre la bola y el cuerpo de tungsteno. Esos que parecen un balín. No sé cómo se les llama pero seguro que sabes a qué me refiero.
Y luego, lo último ya fue coger bolas de tungsteno y hacerles algún tipo de tratamiento para oxidarlas y que perdiesen todo el brillo o, en algún caso, incluso el recubrimiento. Me han hablado de un montón de métodos diferentes, desde alguno que ha usado algún tipo de ácido, someter a las bolas a fricción constante con algún tipo de arenilla, combinaciones de vinagre con bicarbonato y no sé cuanto más...
Perdóname que no te pueda dar los detalles exactos de todos estos métodos, porque siempre que algún amigo me ha hablado de ellos no he escuchado ni una palabra. Les he dejado soltar su perorata y cuando han acabado simplemente les he dicho:
"Por lo menos desde 2011 o 2012 venden los de Troutline bolas de tungsteno ranuradas o redondas en acabado natural, sin ningún tipo de recubrimiento".
Y eso es lo que llevo haciendo desde que vi por primera vez ese tipo de bolas en esta tienda. Y no es por hacerles publicidad, pero es que ninguna otra de las tiendas en las que habitualmente compro tienen bolas de tungsteno sin ningún tipo de recubrimiento, de modo que sean en una especie de color gris plomo sin brillo de ningún tipo.
Por eso decía que la solución que llevo usando unos diez o doce años para tener ninfas con peso y sin brillos me parece mucho más práctica que cualquiera de las demás, porque hay una tienda que ya te vende las bolas de tungsteno así, y no hay que complicarse la vida en absoluto.
O sea, admiro mucho la imaginación y la creatividad de muchos montadores, pero bueno, si yo llevo dos docenas de ninfas con bolas de ese tipo, sin brillo, y hay uno que me las vende ya sin recubrimiento por poco más de 1€ cada diez bolas, pues me compro tres o cuatro euros de bolas de esas en dos o tres tamaños y estoy servido para todo el año sin necesidad de meterme en manualidades, ácidos ni historias.
Con la ventaja, además, de que todas las ninfas hechas con bolas de esas que me sobren de un año para otro las puedo guardar perfectamente porque como la bola no tiene ningún brillo que perder, pues no hay problema de que se vayan a estropear.
Ay, que descanso para la cabeza, que siempre que iba a hacer alguna foto o algún vídeo de una caja de moscas tenía que andar quitando éstas para que nadie preguntase, y poniendo otras en su lugar para rellenar los huecos, y ya no voy a tener que estar escondiéndolas nunca más.