Ya hace muchos años que todo el mundo sabe que cuanto más fina y rígida sea una ninfa, más fácil resulta conseguir que profundice.
Lo mismo con los grosores de los terminales para pescar a ninfa, que en muchos casos se tiene más en cuenta el grosor para conseguir una profundización mas rápida, que por su resistencia y tratar de adaptarlo a los tamaños de los peces. No digo que sea lo más adecuado. Digo que es habitual.
Lo del grosor de los terminales no es muy discutible, y al final cada uno verá a lo que le da prioridad. Están las dos opciones: sacrificar grosor y resistencia con el objetivo de lograr más capturas y luego una vez capturado el pez ya se verá como se lleva a la sacadera; o sacrificar profundización y discreción a favor de terminales más gruesos y resistentes que nos favorezcan en una posible pelea con un buen pez.
En mi experiencia, cuando un pez te va a partir, porque tiene cierto tamaño o porque sabe a donde tiene que ir directo en cuanto lo clavas o por lo que sea, te va a terminar partiendo con un 0.10 que con un 0.15. Yo hace veinte años pescaba siempre con el 0.14 y desde hace unos diez mi hilo de cabecera es un 0.11 y me parten los mismos peces ahora que entonces. O si hay diferencia, es tan pequeña que no sería capaz de decir cuál es esa diferencia.
Tampoco es igual un hilo de ahora que uno de hace veinte años, que parece que es algo que muchos no tienen en cuenta. Y tampoco son iguales las cañas de ahora que las de entonces.
Pero vamos, pesco con equipo de ajing en agua salada con terminales del 0.16 o 0.18 y he sacado hasta peces de un kilo o kilo y algo con esos equipos, de especies que tiran bastante más que una trucha, incluso algunas que te buscan encuevarse, así que me parece absurdo usar esos terminales con las truchas para pescar con un equipo de mosca actual.
Otra cosa es que hablemos de pescar a ahogada con caña para buldó a la manera tradicional, pero no es de eso de lo que hablamos aquí. Si se da el caso ahí sí que uso un 0.18 para la línea madre y un 0.16 para los ramalillos. Pero ya digo que eso es otra cosa, no es de lo que hablo ahora. Y tampoco de los que pescan a ninfa con cañas de Toc o similares, que ahí podríamos usar hilos finos como los que usamos para pescar a mosca porque muchas de esas cañas los toleran.
Obviamente, tampoco estamos hablando de pescar en sitios en los que hay truchas de dos o tres kilos en abundancia. A esos sitios ya hay que ir con otros equipos y otro enfoque.
El tema es que cuando hablamos de ninfas, y esto es una opinión muy personal, creo que hemos ido llevando muchas ninfas de pelo y pluma hacia el modelo perdigón, y puede que no siempre sea lo mejor. Yo, si quiero un perdigón, hago un perdigón.
Si hago ninfas de pelo y pluma quiero potenciar todas sus virtudes, no tratar de hacer un pseudoperdigón.
Voy a poner como ejemplo una ninfa que lleva de moda unos cuantos años y que no puede ser más sencilla, y así creo que va a ser como mejor se entienda lo que quiero decir. Y me refiero a la Walt's Worm.
Para quien no conozca esta ninfa se trata básicamente de algún tipo de dubbing de pelo envuelto en un anzuelo y en su versión Sexy Walt's Worm se le añade una brinca con brillos y, a veces, una bufanda.
La mayoría de los que se ven por ahí están montados con el dubbing bien apretado y el cuerpo fino, como si se tratase de un perdigón. Me imagino que muchos los harán así para tratar de lograr un índice de profundización más elevado, pero a mí eso no me termina de convencer del todo.
¡Ojo! No digo que no pesquen.
Simplemente me parece desperdiciar la mejor característica de una ninfa de pelo, que es su movilidad. Por eso a los míos les meto unas cuantas pasadas con el aparatito ese de Stonfo que tiene peine por un lado y velcro en el otro. Los despeino por completo para que cuando los empiece a usar estén ya como si los hubiesen mordido una docena de truchas y haya pelos moviéndose para todos lados.
Por cierto, ya que lo he mencionado. Pocas veces una compra de 5€, que es más o menos lo que cuesta el aparatito ese, ha sido más rentable y más satisfactoria.
Y ya para terminar, solamente añadir una cosa más.
Hay ocasiones en las que incluso cuando estoy montando un perdigón, le añado unas vueltas de liebre, ardilla, spectra o ice dubbing junto a la bola, para dotar a la ninfa de un poco de movilidad. Y casi diría que funcionan mejor.
Muchas veces estamos empeñados en que nuestras ninfas lleguen rápido al fondo y yo cada vez tengo más dudas de que eso sea lo mejor a la hora de capturar un pez. Quizás hace años, cuando las truchas no veían pasar por delante de sus morros un montón de perdigones cada día, no importase tanto, pero cada año que pasa aumenta en mí la sensación de que ninfas que no profundicen tan de golpe y queden un poco más a merced de los movimientos que les imprime la corriente, pescan mejor.
Claro, esto es como todo. Nunca lo aseguraría ni se me ocurre forma de poder demostrarlo sin género de duda, pero ya digo que cada vez tengo más la sensación de que una ninfa de liebre o faisán, incluso un perdigón con tórax en dubbing bien peludo, va mejor a día de hoy que ninfas completamente barnizadas.
O igual es que me he aburrido un poco de los perdigones y con las otras ninfas pesco con más confianza, que tampoco lo descartaría.