Obviamente existen cientos de moscas que nunca he utilizado. Y eso hablando solamente de las de trucha.
Lo que me llama la atención es que hay unas cuantas que no me disgustan, a priori, y que nunca me ha dado por probarlas. Y eso que las he hecho casi todas porque algún amigo me las ha pedido alguna vez o me las han puesto en algún listado de esos de un montón de docenas que hago par cambiar por alguna caña o algún carrete que me entre por el ojo.
Por ejemplo, hace muchos años le tuve que hacer a un amigo asturiano dos docenas de la Iosu Fly y otras dos docenas de Paraninfos. Hice las dos docenas de cada que me pidió, que me supuso un ejercicio de paciencia tremendo, y nunca más volví a hacer ninguna. Ni para mi siquiera. Ni cuando me pidió otra docena de cada para ir reponiendo. Ahí ya le dije que le quería mucho pero que las podía ir reponiendo él mismo si quería, que yo moscas que me lleven más de tres o cuatro minutos cada una, ya no hago.
Ya sabes que soy del equipo de los que piensa que ninguna mosca para trucha que precise para ser atada más de cinco minutos merece la pena. Hay tantos modelos súper efectivos que se hacen en menos de cinco minutos, que no he echado nunca de menos en mis cajas modelos en los que sea necesario emplear más de ese tiempo frente al torno.
Tampoco he utilizado nunca tricópteros de esos a los que se les hace una burbuja de culo de pato. Davie McPhail tiene varios vídeos atando moscas de ese tipo. Seguro que sabes a las que me refiero.
Y el caso es que estas sí son de las que me gustan. Se hacen en un visto y no visto, son súper peludas, incluso un poco informes, y estoy convencido de que tienen que pescar de cojones.
Pues nada, nunca he encontrado el momento para ponerme a probarlas como se merecen, porque al final siempre acabo en sota, caballo y rey.
Y mira que ha habido temporadas en las que he usado sin parar diferentes montajes con burbuja de algún tipo, desde las cheposas o chepudas de la prehistoria, hasta la IOBO Humpy más recientemente, pasando por las emergentes de LaFontaine o las típicas emergentes de efémera tipo a la MP44.
Otras moscas que no he utilizado son las tipo cripple. Me da lo mismo si hablamos de los montajes originales con ciervo al estilo americano o de versiones más modernas y adaptadas a nuestros ríos con culo de pato flequillero, además del hackle típico de las cripple.
Y mira que me encantan los montajes tipo Shuttlecock, pero en cuanto metemos unas vueltas de hackle en la zona del tórax, ya no me gustan tanto.
La Elk Hair Caddis es otra que no ha tenido todavía su momento. Y en este caso tengo una explicación muy sencilla. En su día recuerdo haber hecho unas cuantas. Ya sabes como me pongo a veces en el torno... Me da por hacer una mosca, pierdo los papeles y hago tres docenas.
El tema es que las hice en tamaños grandes y metí unas cuantas en la caja. Y luego no terminé de encontrar el momento, así que las de la caja se las regalé a un amigo en el río y el resto todavía deben andar por casa.
Si fuese hoy, las habría hecho en un 18 y las habría usado seguro. De hecho, tengo en la cabeza una versión específica para los serenos del Narcea con cuerpo en oreja de liebre, un hackle especial y tejadillo en alce que de este año no pasa sin darle una oportunidad en algún sereno.
En color negro con hackle brown también me llama mucho la atención. Casi podría pasar incluso por una hormiga. Y al mismo tiempo por una variante de nuestra patosa.
Lo más curioso es que he pescado muchísimo con la versión de Hans Weilenmann, las CDC & Elk, pero con la Elk Hair Caddis clásica no recuerdo haber pescado casi nunca.
El caso es que hay muchas más moscas súper pescadoras que en realidad muchas veces no nos da tiempo a utilizar. Supongo que no me pasará a mí solo.
Yo llevo muchos años pescando básicamente con la misma media docena de modelos, y este año quiero meter algún cambio, tanto con modelos que no he utilizado nunca cuya eficacia está más que demostrada, como con patrones un poco novedosos que llevan tiempo rondándome la cabeza.
A ver si esta vez sí o al final pasa como todos los años y sigo yendo a lo seguro.