Casi todo en la vida se puede dividir en dos. De hecho, a lo largo de la Historia, los que mandaban y tenían intereses han contribuido velada o descaradamente a dividirnos siempre en dos: blancos y negros, cristianos y musulmanes, colonizadores y colonizados, esclavos y libres... Lo que quieras.
Seguro que en la pesca podríamos hacer un montón de divisiones entre pescadores tratando de enfrentar a unos con otros.
Si fuese hace unos años seguramente habría escrito ese artículo, pero como ahora eso de la confrontación me da bastante más pereza y ya estoy en la fase de que me la suda bastante todo, voy a tratar de hacer una división que he visto en muchos otros hobbies que he practicado y que creo que sirve para mostrar las diferencias entre los dos enfoques fundamentales sin la necesidad de provocar una guerra entre unos y otros.
Para mí hay básicamente dos maneras de entender la pesca, o como decía, cualquier otro tipo de hobbie.
- Tipo 1: los TOC.
Estos son los que se obsesionan. Tienen normalmente un único hobbie y están dispuestos a sacrificar lo que sea para poder sacar tiempo para practicar ese hobbie.
Y tienen uno porque básicamente, al nivel al que les interesa practicarlo para hallar satisfacción, es imposible tener más de un hobbie. Algunos sueñan incluso con convertir ese hobbie en su trabajo y así poder dedicar todas las horas del día a su única pasión.
No les sirve con ir aprendiendo poco a poco. Necesitan saberlo todo, aprenderlo todo, superar cualquier dificultad que se les plantee y constantemente comparar sus logros con los de los demás. Compiten constantemente incluso aunque no participen nunca en competiciones.
Solo les sirve pescar tanto como el que más, en todos los lugares posibles, todas las especies que se les pongan por delante y lo que haga falta.
Tipo 2: los "vamos a ver de qué va esto".
Estos, en cambio, tienen o han tenido muchas aficiones diferentes a lo largo de su vida, ya sean relacionadas con la naturaleza, el deporte, el arte o lo que sea, y se toman cada una de esas aficiones como simples pasatiempos. Prueban a ver cómo les va, si les resulta divertido y van acumulando aficiones como el que va acumulando relojes.
Nunca han sacrificado tiempo con la familia, los amigos o cualquier otra cosa similar por ganar un par de horas más en la que poder practicar alguna de esas aficiones. Les dedican un rato cuando tienen tiempo y si no disponen de ese tiempo, pues otra vez será.
Su único interés es adquirir un mínimo dominio de cada disciplina que les vaya interesando en cada momento de su vida para obtener el nivel de diversión que consideran necesario y se la suda todo lo demás.
Por supuesto no se dedican a alardear en las redes sociales del tamaño o la cantidad de sus capturas, ni de la cantidad de montañas que han subido o lo rápido que las han subido, no se dedican a acumular KOM's en Strava ni nada que se le parezca.
¿Y sabes lo que pasa?
Que la mayoría de las personas que practican un deporte o tienen cualquier afición del tipo que sea, son del tipo 2. De los que lo hacen por entretenerse un rato, por cuidar su salud o por el motivo que sea. Pero no porque quieran ser el mejor del mundo en eso.
Pero luego, ves revistas especializadas, visitas páginas webs o ves vídeos y parece que todo ese contenido está dirigido a los del tipo 1, los que son unos obsesivos del golf, la guitarra, la pintura, la pesca o lo que sea.
Y todo está dirigido para hacerte sentir mal si no eres el que viaja a más países para pescar, el que pesca más peces que nadie o el que pesca los peces más grandes o más extraños.
A los que ya han comprado ese mensaje no les digo nada. Les deseo mucha fuerza y mucha suerte, porque si ya han asimilado el mensaje lo único que van a conocer es la frustración, porque siempre habrá otros que pesquen peces más grandes que tú, que viajen a más destinos de pesca que tú y que pesquen mayor cantidad de peces que tú.
Pero si todavía no has comprado ese mensaje, a pesar de la interminable cantidad de estímulos que recibimos cada día en ese sentido, te diría que procures ignorar siempre que sea posible todos esos estímulos, porque a menudo la felicidad la encontramos en pequeñas cosas que al final nunca son tan importantes.