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Ante la duda, clava

nov 07, 2024
Pescando con moscas secas la mayoría de los pescadores lo fían todo a la vista. Cuando se trata de pescar con ninfa también se fía casi todo a la vista y en el caso de las tomadas más claras, también al tacto.

Esto, lógicamente, está bien. Pero hay más que podemos hacer.

Todos hemos perdido peces por tener una mínima duda y no haber clavado a tiempo, para comprobar luego que lo que había provocado nuestra duda, era efectivamente una picada. Y por no clavar nos quedamos compuestos y sin trucha.

En mi caso seguramente sea porque mi vista ya no es ni de lejos lo que era, pero cada vez más, con el paso de los años, me he convertido en una especie de clavador compulsivo, por decirlo de alguna manera, que ante la mínima duda, levanta la caña, por si acaso.

Pero es que, además, y especialmente pescando a ninfa, no solo clavo en caso de duda, sino que también hace tiempo que empecé a clavar cuando consideraba que la ninfa o ninfas estaban en la zona donde creía que un pez podía tomar el engaño. Aunque no notase nada al tacto ni con la vista.

Solo cuando veía que las ninfas pasaban por la zona más propicia para que una trucha estuviese alimentándose, clavaba suavemente, y en muchas ocasiones efectivamente había un pez. Y a la vista y al tacto no se había notado nada.

Haciendo esto, el número de peces capturados, o revolcados, aumenta considerablemente. Aumentan más los revolcados que los capturados, también te digo, pero al menos sirve para comprobar que fiarlo todo a la vista y/o al tacto puede no ser suficiente. De vez en cuando clavar por instinto te puede dar alguna sorpresa.

Eso sí, conviene aprender primero a clavar con mucha suavidad y con un movimiento rápido y muy corto, que ni siquiera saque las ninfas del agua. Cuanto menos las muevas, de hecho, mejor, porque así te permite continuar una pocos metros más con la deriva en cuanto aflojas y se reposicionan. También te digo que si clavas por intuición y no hay pez, es muy poco probable que si mantienes las ninfas en el agua sin volver a lanzar te vaya a entrar un pez. Depende mucho de la configuración del tramo que estés pescando, porque en muchas situaciones si has clavado pensando que ahí debería estar el pez, y no está, merece más la pena levantar y volver a lanzar.

Pero bueno, lo más importante, como decía, es aprender a hacerlo sin hacer el burro, porque si no, lo que vas a conseguir va a ser ir enganchando las ninfas en todos lados cuando salgan volando sin el más mínimo control.

En realidad, demasiado a menudo clavamos demasiado fuerte, así que incluso aunque claves pensando que pueda haber una trucha, y no la haya, te servirá para ir mejorando el clavado hasta conseguir un movimiento rápido y firme pero no excesivamente largo ni brusco, que para clavar una trucha tampoco hace falta tanto. Y piensa, además, que cuanto más larga sea la caña, más se desplazará la puntera en el golpe de clavado. Con una caña de 11' un pequeño movimiento de tu muñeca puede hacer que la puntera de la caña de haya desplazado un metro.

Y nada, hoy solo era esto.  

07 nov, 2024
Pescando con moscas secas la mayoría de los pescadores lo fían todo a la vista. Cuando se trata de pescar con ninfa también se fía casi todo a la vista y en el caso de las tomadas más claras, también al tacto. Esto, lógicamente, está bien. Pero hay más que podemos hacer. Todos hemos perdido peces por tener una mínima duda y no haber clavado a tiempo, para comprobar luego que lo que había provocado nuestra duda, era efectivamente una picada. Y por no clavar nos quedamos compuestos y sin trucha. En mi caso seguramente sea porque mi vista ya no es ni de lejos lo que era, pero cada vez más, con el paso de los años, me he convertido en una especie de clavador compulsivo, por decirlo de alguna manera, que ante la mínima duda, levanta la caña, por si acaso. Pero es que, además, y especialmente pescando a ninfa, no solo clavo en caso de duda, sino que también hace tiempo que empecé a clavar cuando consideraba que la ninfa o ninfas estaban en la zona donde creía que un pez podía tomar el engaño. Aunque no notase nada al tacto ni con la vista. Solo cuando veía que las ninfas pasaban por la zona más propicia para que una trucha estuviese alimentándose, clavaba suavemente, y en muchas ocasiones efectivamente había un pez. Y a la vista y al tacto no se había notado nada. Haciendo esto, el número de peces capturados, o revolcados, aumenta considerablemente. Aumentan más los revolcados que los capturados, también te digo, pero al menos sirve para comprobar que fiarlo todo a la vista y/o al tacto puede no ser suficiente. De vez en cuando clavar por instinto te puede dar alguna sorpresa. Eso sí, conviene aprender primero a clavar con mucha suavidad y con un movimiento rápido y muy corto, que ni siquiera saque las ninfas del agua. Cuanto menos las muevas, de hecho, mejor, porque así te permite continuar una pocos metros más con la deriva en cuanto aflojas y se reposicionan. También te digo que si clavas por intuición y no hay pez, es muy poco probable que si mantienes las ninfas en el agua sin volver a lanzar te vaya a entrar un pez. Depende mucho de la configuración del tramo que estés pescando, porque en muchas situaciones si has clavado pensando que ahí debería estar el pez, y no está, merece más la pena levantar y volver a lanzar. Pero bueno, lo más importante, como decía, es aprender a hacerlo sin hacer el burro, porque si no, lo que vas a conseguir va a ser ir enganchando las ninfas en todos lados cuando salgan volando sin el más mínimo control. En realidad, demasiado a menudo clavamos demasiado fuerte, así que incluso aunque claves pensando que pueda haber una trucha, y no la haya, te servirá para ir mejorando el clavado hasta conseguir un movimiento rápido y firme pero no excesivamente largo ni brusco, que para clavar una trucha tampoco hace falta tanto. Y piensa, además, que cuanto más larga sea la caña, más se desplazará la puntera en el golpe de clavado. Con una caña de 11' un pequeño movimiento de tu muñeca puede hacer que la puntera de la caña de haya desplazado un metro. Y nada, hoy solo era esto.
06 nov, 2024
Casi todo en la vida se puede dividir en dos. De hecho, a lo largo de la Historia, los que mandaban y tenían intereses han contribuido velada o descaradamente a dividirnos siempre en dos: blancos y negros, cristianos y musulmanes, colonizadores y colonizados, esclavos y libres... Lo que quieras. Seguro que en la pesca podríamos hacer un montón de divisiones entre pescadores tratando de enfrentar a unos con otros. Si fuese hace unos años seguramente habría escrito ese artículo, pero como ahora eso de la confrontación me da bastante más pereza y ya estoy en la fase de que me la suda bastante todo, voy a tratar de hacer una división que he visto en muchos otros hobbies que he practicado y que creo que sirve para mostrar las diferencias entre los dos enfoques fundamentales sin la necesidad de provocar una guerra entre unos y otros. Para mí hay básicamente dos maneras de entender la pesca, o como decía, cualquier otro tipo de hobbie. - Tipo 1: los TOC. Estos son los que se obsesionan. Tienen normalmente un único hobbie y están dispuestos a sacrificar lo que sea para poder sacar tiempo para practicar ese hobbie. Y tienen uno porque básicamente, al nivel al que les interesa practicarlo para hallar satisfacción, es imposible tener más de un hobbie. Algunos sueñan incluso con convertir ese hobbie en su trabajo y así poder dedicar todas las horas del día a su única pasión. No les sirve con ir aprendiendo poco a poco. Necesitan saberlo todo, aprenderlo todo, superar cualquier dificultad que se les plantee y constantemente comparar sus logros con los de los demás. Compiten constantemente incluso aunque no participen nunca en competiciones. Solo les sirve pescar tanto como el que más, en todos los lugares posibles, todas las especies que se les pongan por delante y lo que haga falta. Tipo 2: los "vamos a ver de qué va esto". Estos, en cambio, tienen o han tenido muchas aficiones diferentes a lo largo de su vida, ya sean relacionadas con la naturaleza, el deporte, el arte o lo que sea, y se toman cada una de esas aficiones como simples pasatiempos. Prueban a ver cómo les va, si les resulta divertido y van acumulando aficiones como el que va acumulando relojes. Nunca han sacrificado tiempo con la familia, los amigos o cualquier otra cosa similar por ganar un par de horas más en la que poder practicar alguna de esas aficiones. Les dedican un rato cuando tienen tiempo y si no disponen de ese tiempo, pues otra vez será. Su único interés es adquirir un mínimo dominio de cada disciplina que les vaya interesando en cada momento de su vida para obtener el nivel de diversión que consideran necesario y se la suda todo lo demás. Por supuesto no se dedican a alardear en las redes sociales del tamaño o la cantidad de sus capturas, ni de la cantidad de montañas que han subido o lo rápido que las han subido, no se dedican a acumular KOM's en Strava ni nada que se le parezca. ¿Y sabes lo que pasa? Que la mayoría de las personas que practican un deporte o tienen cualquier afición del tipo que sea, son del tipo 2. De los que lo hacen por entretenerse un rato, por cuidar su salud o por el motivo que sea. Pero no porque quieran ser el mejor del mundo en eso. Pero luego, ves revistas especializadas, visitas páginas webs o ves vídeos y parece que todo ese contenido está dirigido a los del tipo 1, los que son unos obsesivos del golf, la guitarra, la pintura, la pesca o lo que sea. Y todo está dirigido para hacerte sentir mal si no eres el que viaja a más países para pescar, el que pesca más peces que nadie o el que pesca los peces más grandes o más extraños. A los que ya han comprado ese mensaje no les digo nada. Les deseo mucha fuerza y mucha suerte, porque si ya han asimilado el mensaje lo único que van a conocer es la frustración, porque siempre habrá otros que pesquen peces más grandes que tú, que viajen a más destinos de pesca que tú y que pesquen mayor cantidad de peces que tú. Pero si todavía no has comprado ese mensaje, a pesar de la interminable cantidad de estímulos que recibimos cada día en ese sentido, te diría que procures ignorar siempre que sea posible todos esos estímulos, porque a menudo la felicidad la encontramos en pequeñas cosas que al final nunca son tan importantes.
05 nov, 2024
A nadie se le escapa que a día de hoy la manera de pescar a mosca seca de los pescadores españoles y su manera de hacer algunas moscas son una referencia para pescadores de muchas otras partes del mundo. Es una realidad, pero tampoco nos vengamos muy arriba que antes que nosotros ya ocuparon ese lugar el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Polonia, Italia, la República Checa o Nueva Zelanda. Todos estos países, y seguro que alguno más que ahora se me olvida, han exportado a otros lugares del planeta alguna técnica de pesca, algún tipo de montaje o alguna otra cosa relacionada con la pesca con mosca que ha calado con mayor o menor importancia entre pescadores de otros territorios. Y creo que en España, que tenemos una tradición de pesca a mosca de cientos de años, no hemos sido precisamente permeables a estas influencias foráneas, o no a todas ellas, por ser un poco más fiel a la realidad. En cualquier caso, tampoco se trata de probarlas todas ni de adoptarlas todas, porque seguramente no nos daría tiempo en una única vida a no ser que no hagamos otra cosa que pescar. Como a mí me gusta mucho probar cosas nuevas, he ido experimentando con algunas técnicas o moscas provenientes de alguno de los países del listado que he puesto ahí arriba, así que por si a alguien le apetece probar, voy a hacer un pequeño resumen con lo que mejor me ha funcionado en nuestros ríos o con lo que considero que va a ser más provechoso en el caso de querer utilizarlo aquí. Empezando por el Reino Unido, si me tuviese que quedar con una técnica y un montaje, me quedaría sin duda alguna con el "Upstream Nymphing" como técnica y con las Shuttlecock como modelo de mosca. Siguiendo por Estados Unidos, en el caso de la técnica me quedaría sin ninguna duda con su "Dry-dropper" y en el caso de las imitaciones, dejando a un lado los grandes clásicos, me quedaría sin ninguna duda con sus montajes hechos en foam, tanto para trucha como para barbo y carpa. De Francia, en el caso de la técnica me quedaría con la pesca de truchas a ninfa a pez visto y en el caso de las imitaciones me quedaría sin pensarlo demasiado con su forma de montar las ninfas de cola de faisán, que algunos llaman "Frenchies". Son sin ninguna duda las ninfas con las que más peces he pescado, usando para el tórax dubbings naturales como ardilla o liebre o sintéticos tipo ice dub, spectra, SLF y similares. De Polonia me quedaría con su técnica de pesca a ninfa, que aunque muchos crean que eso está ya pasadísimo de moda, la verdad es que en determinados tramos sigue funcionando a la perfección, con la ventaja de que se puede pescar así con una caña y línea normales, por lo que el cambio de ninfa a seca o de seca a ninfa en una misma jornada de pesca es cero traumático y te evitas tener que cargar con dos equipos y esas historias. Y en cuanto a las moscas, me quedaría sin duda con esas imitaciones de efémera que montan con tres fibras de gallo para las colas, cuerpo finísimo en hilo de montaje y un par de plumas de cdc para las alas. Esas moscas minimalistas que usan me enloquecen. De la República Checa me quedaría sin ninguna duda con sus famosas ninfas, montadas bien finitas y con hilo de plomo plano para que quede bien apretado y profundicen lo mejor posible. También parece que es algo que se ha pasado de moda por completo, pero esas ninfas siguen pescando mucho, y en ocasiones y zonas concretas en las que las bolas metálicas puedan servir más que nada para espantar a los peces, contar con una alternativa sin bola metálica debería ser obligatorio. Y estas ninfas son una buena alternativa. Como me gusta mucho pescar pequeños ríos de montaña y, de hecho, es donde aprendí a pescar a mosca, Italia siempre fue una referencia para mí porque allí está alguno de los mejores pescadores de este tipo de río del mundo. Cuando pescas un río de montaña tienes dos opciones, o pescar de punta para que lo único que toque el agua sea la mosca, a poder ser, o aprender a lanzar como los italianos. Igualmente, para este tipo de ríos tienen imitaciones de tricópteros y plecópteros de alta flotabilidad y visibilidad y gran sensación de vida que son una fantasía. Y de Nueva Zelanda, sin ninguna duda, me quedo con su lanita para usar de indicador. La pesca a ninfa con indicador también parece cosa del pasado, pero los indicadores estos de los neozelandeses te permiten pescar a ninfa con una caña normal de seca e incluso en zonas de agua completamente parada, así que no estaría de más darle alguna oportunidad a esta técnica.
03 nov, 2024
Normalmente, cuando me mandan mensajes preguntándome por cañas, carretes y demás, lo habitual es que me pregunten por relación calidad/precio. Es lo natural. Todos buscamos la mejor calidad posible con el precio más barato. De eso ya he hablado mucho, así que no voy a insistir en ello. Hoy toca otra cosa. He recibido un mensaje que me pregunta justo por lo contrario. La cosa es así: "Si el dinero no fuese un problema, ¿Qué cañas, carretes, líneas y demás comprarías?". Como me pareció una pregunta muy interesante, le he dicho a quien me lo preguntó que le respondería en un artículo en el blog, así que vamos allá. Eso sí, como quien me lo preguntaba me pedía que me centrase en productos que están actualmente en el mercado vamos a dejar fuera esta vez las antiguallas. Así que hoy nada de GLX, TXL, IM6, CFO y todo eso. Empezando por las cañas y empezando por la mosca seca sin ninguna duda si tuviese todo el dinero del mundo y me tuviese que comprar hoy una caña para pescar a mosca seca sin límite de presupuesto mi primera opción sería una Steffen Bros. De fibra de vidrio. Seguramente de 8' para línea 4. Y que no te engañe la fibra de vidrio, la acción de estas cañas es maravillosa para pescar a mosca seca, con las ventajas fundamentales de la fibra de vidrio: el uso de terminales finos está completamente autorizado sin ningún riesgo y la posibilidad de que se rompa es infinitamente menor que en una caña de carbono. Monté una de estas hace unos años para regalársela a un amigo al que le debía muchos favores y la usé un par de ratos antes de mandársela. Solo pondría a su nivel, teniendo en cuenta mis gustos, una Winston IM6 de 8'6" línea 4. Era un espectáculo de caña. Para pescar a ninfa tengo más dudas, pero creo que me quedaría con la Thomas&Thomas de 10'9" línea 3, que también usé una un ratito y me parece que es la única que se puede comparar a la Maxia SX 10'8" línea 2, con la ventaja fundamental de que la Thomas&Thomas lleva componentes, en mi opinión, algo más atractivos (corcho, portacarretes, tubo y demás) y el montaje es exquisito. Es de esas cañas que la tienes en la mano y dices "ostia, esto es otra cosa". Me jode el portacarretes invertido y el talón, eso sí. En cuanto a los carretes, como los automáticos no me van, aquí me sigo quedando con los Danielsson Original para ninfa y con el Ross Evolution LTX para seca. También es cierto que en el caso del Ross me gustaría que hubiese un tamaño 2/3 con diámetro de alrededor de 80 mm., ya que el más pequeño que tienen actualmente creo que anda por los 87 mm. o algo así, que para mí es un poco excesivo para trucha. Para las líneas, y seguimos hablando de pescar truchas, no tengo ninguna duda: las SA SBT. Perfil triangular y cabeza corta o muy corta. Insisto en que se trata de mis gustos personales y no a todo el mundo le tiene por qué gustar ese perfil de línea, pero para mí son las más cómodas de todas. En cuanto a los terminales pues cualquiera de alguna de las marcas japonesas y fabricado en Japón. Mi marca favorita de hilos para pescar es Sunline, si bien justamente los hilos para pescar a mosca no son los más abundantes en su catálogo. En cuanto a los tornos de montaje, por comodidad, durabilidad y experiencia de uso, me quedaría con el Petitjean Master Vise si es necesario que sea rotatorio 360° y con el Regal Stainless Steel si no es necesario que cumpla con esa condición. Y el Stainless Steel no lo he tenido. He tenido Regal con la mordaza normal. Pero conozco a un montador americano que hizo más de cien mil moscas en uno de esos Regal Stainless Steel, así que la durabilidad está garantizada y como sé que para mí son también los tornos más cómodos que hay, pues no tengo dudas. También conozco a montadores de aquí que tienen tornos Regal en uso constante desde los años 90 y todos siguen funcionando a la perfección, incluso aunque no tengan las mordazas de acero inoxidable. En todo lo que fuese chest-packs, bolsas y demás accesorios de ese tipo tampoco tengo ninguna duda: todo sería de Fishpond. He tenido seis o siete productos de esta marca y todo ha sido indestructible. De hecho el Cross Current es el mejor chest-pack del mercado sin ninguna duda. Al menos para mí. Y tienen la virtud de que fabrican bolsas estancas que son estancas de verdad. Y esto no se puede decir de todas las marcas de productos de pesca. Eso sí, dejaría sus chalecos fuera de la lista, que no tienen uno que me guste. No por calidad, sino por distribución, forma y tamaño de los bolsillos. Botas y vadeadores les prendería fuego a todos. A los caros, a los baratos... A todos. Así que ahí no recomiendo nada, que son productos perecederos con fecha de caducidad corta en el 99% de los casos. En las herramientas de montaje me iría a Tiemco para los portabobinas sin ninguna duda. Al del tubo blanco cerámico de los de toda la vida, sin fantasías futuristas de esas que hay últimamente por ahí. En tijeras me gustaría que hubiese unas del mismo tamaño y forma que las Anvil Mini pero que cortasen como las Renomed. Como eso no existe, me quedaría con las Petitjean curvas del tamaño pequeño y también con el anudador de la misma marca. Igualadores de pelo me quedaría con los de Tiemco. Y pinzas de hackle no puedo recomendar nada porque llevo usando la misma más de 20 años y el día que la pierda o se estropee, no sé si seguiré haciendo moscas. Es una viejísima de Thompson, una marca que ya no existe hace décadas y que no hay nada igual en el mercado, porque creo que he comprado todas las que aparentemente eran iguales o similares viéndolas en foto, pero que luego en la mano nada que ver. Y poco más, porque en lo que se refiere a herramientas de montaje yo soy muy básico y no uso gran cosa. Para los anzuelos me quedaría con Hanak y Fulling Mill. Y en materiales de montaje no entro más a fondo porque de eso ya he hablado muchísimo también y todo el mundo sabe ya lo que me gusta. Aunque si hablamos de poder comprar cosas sin límite presupuestario, compraría todo lo que hubiese a la venta del Gütermann 249 y del Zirayón 4122 verdoso, pidan lo que pidan por ellos. Hasta aquí me he referido a lo que más utilizo porque todo está enfocado a la pesca de la trucha. Para otras especies de agua dulce como barbos y carpas usaría cañas Sage, carretes Ross, Danielsson o Bauer, anzuelos Ahrex, líneas SA, los hilos los mismos que para trucha en los grosores correspondientes y el resto todo igual. Para pescar en agua salada usaría cañas Loop, carretes Hatch, anzuelos Gamakatsu, líneas SA y lo mismo para el resto de materiales. Y para el salmón usaría también cañas Loop, carretes Danielsson, líneas Vision, anzuelos Partridge y lo mismo para el resto de materiales. El caso es que como el dinero es finito en la mayoría de los casos, toca ir buscando lo mejor que se pueda en relación calidad/precio, y tampoco está mal que sea así, porque a día de hoy hay cañas, carretes y demás de gama media que no tienen nada que envidiar a otros productos de gama mucho más alta.
02 nov, 2024
Estaba viendo uno de los vídeos más bonitos que he visto de pesca con mosca y al terminar el vídeo, el protagonista del mismo, hace referencia a un proverbio chino que por lo visto dice así: "Si quieres ser feliz una hora, bebe alcohol. Si quieres ser feliz el resto de tu vida, aprende a pescar". Puede que yo no sea muy objetivo en esto porque hace más de veinte años que no bebo alcohol, así que a lo mejor ya se me ha olvidado lo que es la sensación de feliz embriaguez, pero diría que estoy de acuerdo. A pesar de todo, no es esto lo más importante de ese vídeo. Menos mal que el vídeo se ha publicado en Youtube en octubre de 2024, porque si no alguno pensaría que muchas de las cosas que he ido diciendo acerca de mi forma actual de entender la pesca con mosca, estaban sacadas de ahí. Lo más importante del vídeo es la perfecta descripción que hace de las sensaciones que uno alcanza cuando lo que menos le importa de la pesca es pescar. Seguramente no todo pescador termina por llegar a ese estado, pero os puedo asegurar que, al menos en mi caso, cuando de verdad empecé a disfrutar de la pesca fue cuando dejaron de importarme la cantidad de peces, o su tamaño, o el número de salidas de pesca que hacía por temporada o cualquier gilipollez similar. Sé que esto siempre será una opción muy minoritaria, y que la mayor parte de los pescadores siempre tendrán presente alguno de esos estímulos, u otros similares. Pero cuando consigues dejar atrás todo eso, cuando consigues que ya nada importe, creo que es cuando de verdad se empieza a disfrutar de las cosas.
01 nov, 2024
Publiqué una primera parte de este artículo en la que intentaba sacar a relucir lo que tiene de bueno la competición para pescadores que no competimos. Y en mi caso fijándome especialmente en dos circunstancias que casan mucho con mi modo de entender la pesca de truchas y reos a mosca. Lógicamente, cada uno tendrá que intentar sacar de bueno lo que le pueda servir a él según como entienda la pesca, si es que algo bueno puede sacar de los pescadores que sí compiten. Hoy toca hacer justo lo contrario. La competición ha influido también negativamente en muchos pescadores que sin tener intención alguna de competir han tomado formas de hacer las cosas de las competiciones. Y, en algunos casos, quizás no sea lo más ventajoso, ya que las competiciones se rigen por unas normas que a los que no competimos nos dan un poco igual. Una cosa que me pasa a menudo es que me encuentro a muchos pescadores que no compiten que para pescar en tándem con una seca y una ninfa se valen de un ramalillo al que atan la seca, con la ninfa en punta. Obviamente es un método muy eficaz si se domina, pero para pescar en tándem siempre que no se esté compitiendo, atar la ninfa a la curva del anzuelo de la seca es un método igual de eficaz, mucho más sencillo a la hora de pescar y con el que se reduce el riesgo de enredos muchísimo. Se tiende a pescar en tándem tal y como se hace en competición, y atar la ninfa a la curva del anzuelo de la seca a mí me parece mucho más práctico y mucho más fácil. También es verdad que desde que nos pasamos a los anzuelos sin muerte el riesgo de que el nylon, o fluorocarbono, se deslice es mayor, ya que no hay un arponcillo que sirva para hacer tope. Si te digo la verdad, yo pesco mucho así y no recuerdo más de dos o tres veces que se me haya salido el nylon del anzuelo, pero es cierto que puede pasar. Por eso, cuando se trata de zonas con peces grandes o tramos con muchas corrientes y agua muy movida, prefiero usar una seca a la que he añadido una microanilla en la que atar el codal de la ninfa. No me cuesta nada hacer tres o cuatro tricópteros en paracaídas con la microanilla y con tres o cuatro salvo toda la temporada sin problema, porque son para usar en momentos muy concretos. Otra cosa que me pasa es que cada vez veo a más pescadores que no compiten pescando a ninfa con una de esas líneas de 0.55 mm. Igual solo me pasa a mí, pero siempre me ha parecido mucho mejor usar un hilo del 0.16 o 0.18 que una de esas líneas. Claro que yo trabajo los peces con el carrete cuando estoy pescando sin línea, así que no tengo el hándicap que presenta el hilo que es su manejo con la mano una vez has clavado al pez. Otra cosa que me llama la atención es que hay muchos pescadores que no compiten y que están utilizando recetas para bajos de línea que vienen del mundo de la competición, donde la longitud del bajo está limitada a un máximo de dos veces la longitud de la caña, si no me equivoco. Esto me parece un poco absurdo, ya que justamente poder poner el bajo como se te antoje me parece la principal ventaja del pescador no competidor frente al pescador competidor. Tampoco hace falta utilizar siempre bajos de seis o siete metros, pero hay ocasiones en las que uno de esos bajos, si está bien diseñado, casi puede pescar por tí, ya que ayuda a paliar muchos de los defectos que muchos tenemos a la hora de presentar nuestras moscas. Luego me ha llamado siempre mucho la atención que moscas que no se usan en competición, es como si no existiesen. Se han escrito docenas de artículos sobre los escarabajos, por ejemplo, pero al ser una mosca que apenas se usa en competición, por lo que yo sé, creo que no se usa tanto como debería. Lo más curioso es que si te vas a ver las moscas ganadoras del concurso One Fly que se celebra en Jackson Hole, hay escarabajos y demás terrestres como ganadores en la mayoría de las ediciones. Y si con terrestres se ha ganado, por decir algo, el 55% de las ediciones, con streamers se ha ganado un 35 o 40% de las veces que se ha celebrado ese concurso. Lo que me viene genial para enlazar ya con la última cosa que se me ocurre en la que la competición ha ejercido una influencia negativa, y me estoy refiriendo a la pesca con streamers en río. Y no hablo de usar streamers pescando al hilo, sino de pescar truchas a streamer con un equipo específico, por ejemplo una caña de 9' línea 6, una línea específica y un streamer de tamaño importante. Se pescan muchísimas truchas así. Y muchas de tamaño considerable. Ya lo he dicho alguna vez, si tuviese que pescar con una sola mosca el resto de mi vida, sería un Zonker negro en un anzuelo del 8 o del 6. Con esta mosca me iría a pescar a cualquier río del mundo sin ningún problema. El caso es que para aquellos que no competimos, me parece muy interesante tomar de la competición lo que mejor convenga a cada uno, pero igual de importante me parece tener el criterio suficiente para escapar de aquellas otras influencias que al pescador estándar no competidor puede que no nos beneficien tanto.
31 oct, 2024
Yo no soy nada del rollo ese de ser fan de alguien. Respeto mucho a todos los que tienen artistas, pescadores, deportistas o lo que sea a los que admiran hasta el infinito y que son capaces de emocionarse o entristecerse en función de cómo le vayan las cosas a ese personaje al que tanto admiran. Creo que la única persona a la que podría situar en esa posición es a Yosi, que ha escrito canciones, docenas de ellas, con las que mis ideas y/o sentimientos se alinean prácticamente al 100% en muchos casos. Además, el problema de admirar mucho a alguien es que lo mismo cuando vas profundizando un poco en el conocimiento de la persona, además del personaje, descubres que es un auténtico imbécil. Traigo hoy unas palabras de un auténtico imbécil, como es Yngwie Malmsteen, pero que por el mero hecho de ser un imbécil, no significa que no pueda tocar la guitarra como los ángeles, aunque no sea para nada mi estilo, ni tampoco significa que de vez en cuando no pueda decir algo en lo que tenga razón. Porque no hace mucho decía a propósito de tocar la guitarra lo siguiente: "Veo un montón de comentarios en los que la gente dice «no puedo ser tan bueno como tú» o «después de haberte visto, dejo de tocar la guitarra». La música y la guitarra no son una competición, aunque desde el principio de mi carrera eso es lo que algunos nos han querido hacer creer. Por eso están todos esos mejores guitarristas que tocan la guitarra bla, bla, bla... La música y la guitarra es algo que nace de dentro y que tienes que disfrutar independientemente de cuál sea tu nivel y del momento en el que estés de tu vida. Incluso aunque estés intentando labrarte una carrera profesional, si tocas pensando en que estás compitiendo con otros músicos, siempre serás desgraciado. La competición es para los atletas, no para la música. No es una competición. La guitarra y la música son para disfrutarlas a cualquier nivel". Y ahora pensarás una vez más "ya está este pesao otra vez con la guitarrita de los cojones...". Pero si cambiamos guitarra y música por pesca, podría decir que en este caso estoy al 100% de acuerdo con lo que dice este hombre, que ya digo que no deja de ser un imbécil de cojones. De esos a los que les hubiese venido como Dios un par de ostias a tiempo. El caso es que veo a muchos pescadores preocupados constantemente por si pescan más o menos que otros, en sitios más o menos difíciles que otros, peces más o mucho más grandes que otros... Y mientras tengan todo esto en la cabeza, como dice Yngwie, siempre se sentirán desgraciados. Obviamente puedes hacer lo que te salga de los huevos, pero en mi caso empecé a disfrutar de verdad de la pesca cuando dejaron de preocuparme todas esas gilipolleces, porque tratar de estar continuamente cuantificando cualquier actividad de ocio lo único que termina trayendo es una continua fuente de frustración, porque no da tiempo en solo una vida a conseguir todo lo que nuestra imaginación nos pueda llevar a desear. Y que nadie piense en pescar destinos a los que solo van a pescar unos pocos, obtener grandes éxitos en algún gran campeonato o tener la foto con la trucha más grande de todo Instagram. No es raro el mes en el que en mi página de Facebook no me encuentro con varios comentarios de este tipo: "Sí, pescan mucho en internet pero luego vienen conmigo y nada". "Que vengan a pescar aquí con el 0.10 a ver cuantos peces sacan". "Esos son todos pescadores de salón, y luego en el río nada". Y así hasta mil ejemplos más. Todos estos, aunque no sean nadie realmente, simplemente otro pescador cualquiera más, están cuantificando la diversión de los otros, estableciendo comparativas y todas esas cosas. Y cada vez que leo algún comentario así termino pensando algo parecido a lo que decía Yngwie y me pregunto como de desgraciados se sentirán ellos mismos si lo único que les interesa es estar constantemente comparándose con los demás. Da igual lo bueno que seas en cualquier cosa que hagas. Siempre va a haber en el mundo muchos otros que en eso mismo sean igual de buenos o mucho mejores que tú. Hacer las cosas con el único objetivo de andar comparándose con otros lo único que termina trayendo es sensación de fracaso y frustración. Pásatelo en el río lo mejor que puedas, disfruta de cada minuto, de cada lance, de cada tramo de río, de cada pez, de cada fallo... Y que le den por el culo al mundo y todos los demás, porque total, pa cuatro días que vamos a estar por aquí, mejor no preocuparse demasiado por lo que pueda decir cualquiera.
30 oct, 2024
No hace tanto tiempo, la mayoría me pedía veinte modelos de moscas, cuatro moscas por modelo. Ahora, la mayoría me pide cuatro modelos de moscas, veinte moscas por modelo. ¿Son menos listas las truchas ahora que antes? No. Somos más listos nosotros. La pesca con mosca, al menos en los círculos en los que yo me muevo, ha ido evolucionando en una dirección en la que las moscas cada vez importan menos. Y digo en los círculos en los que yo me muevo porque soy también consciente de que quedan muchos pescadores con un enfoque más clásico, y que siguen entendiendo la pesca y las moscas del mismo modo que lo aprendieron hace años. Simplemente se trata de que unos no quieren pensar demasiado en la mosca, y por eso quieren modelos de esos que pescan casi siempre como el 249, el 4122, las orejas de liebre, los barones... Y otros siguen disfrutando con esa parte de buscar la imitación exactísima y más fiel a lo que supuestamente están comiendo las truchas en un determinado momento. Y que nadie me malinterprete, por favor. Las moscas son importantes. Pero diría que ya no tanto el modelo concreto o que supuestamente se parezcan a una especie u otra, sino más bien desde el punto de vista de su comportamiento en el agua. Y dentro de comportamiento meto tanto lo que habitualmente conocemos como "sensación de vida", así como el propio comportamiento de la mosca en lo que se refiere a su flotabilidad, visibilidad, durabilidad y demás. ¿Por qué tiene tanto éxito el Fly-Rite 34? En primer lugar, porque pesca. Pesca mucho. En segundo lugar, por su facilidad de uso. Puedes sentar frente a un torno a una persona que no haya hecho jamás una mosca y si le vas dando indicaciones podría hacer una emergente en Fly-Rite sin demasiado problema. En tercer lugar, por su versatilidad, ya que lo mismo sirve para montar pardones que para montar bétidos, lo mismo sirve para montar adultos, ninfas, emergentes... Y no digo que se parezca al color exacto de determinadas especies, sino a que he visto pescar con éxito con ese material usándolo para pardones, bétifos y otras moscas. En cuarto lugar, por su disponibilidad, ya que es un material al alcance de cualquiera. En quinto lugar, por su flotabilidad. En sexto lugar, por su durabilidad, ya que una mosca hecha con Fly-Rite te puede aguantar docenas de truchas sin mostrar demasiados signos de deterioro. Y hacia esto va cada vez más la cosa. Pero es que si dejamos por un momento de lado a las moscas y pensamos en los equipos, todo se ha ido volviendo cada vez más delicado, más fino, más eficaz. La mayor evolución, que casi ha sido una revolución silenciosa, se ha dado en los hilos. Hasta que llegó el Frog Hair yo nunca había tenido un hilo con el que poder pescar con grosores del 0.10 o incluso inferiores. No sé si estaba perfectamente calibrado, pero como sí sé que los demás que había en aquella época no lo estaban, podías usar terminales finos que más o menos aguantaban y no rizaban en exceso, ya que antes del Frog Hair había probado algunos hilos de Carp Fishing con diámetros finísimos, pero con unos problemas de rizado terribles. Poco después de que apareciese el Frog Hair empezamos a tener en el mercado cañas que toleraban a la perfección el uso de terminales de ese tipo. Por mucho que quisieras pescar con un 0.09, si la caña que tenías era una Sage XP, una Thomas & Thomas Horizon o cualquiera similar de las que estaban de moda a finales de los años 90 o primeros 2000, lo más seguro es que esos hilos finos partiesen a la mínima que los forzases un poco más de la cuenta. Ahora hay en el mercado cañas de 9'3" línea 0 o 9'6" línea 1 y cosas así, con punteras súper sensibles, incluso cañas con punteras macizas que ya existían antes en otras modalidades, y se puede pescar todo el año con un 0.11 como hilo principal sin preocuparse demasiado por el tamaño del pez que podamos clavar. Lógicamente, si clavas un pez de tres kilos, estarás jodido. Pero es que con un pez de ese tamaño estás también jodido pescando con un 0.16 y una caña de 9' línea 5. O yo al menos. Porque recuerdo haber clavado muy buenas truchas y reos, de entre dos y tres kilos, cuando pescaba con cañas de línea 5 y terminales del 0.14 o 0.16, y la realidad es que la mayoría de ellas partían el terminal más pronto que tarde. Igual que me pasa ahora si clavo algún pez de esos. Y alguno ha salido, sí. Pero han salido más con los equipos de ahora, que con los de hace 25 años. Influyen más otros factores que el equipo en sí mismo: el lugar donde hayamos clavado ese pez, la experiencia del pescador, la calidad de los materiales, los nudos utilizados, el tipo de pelea que presente el pez... No todo depende únicamente del equipo que se esté utilizando. Es solamente un factor más, y no el más importante. También llegó la pesca al hilo y nos permitió descubrir que se podían pescar muchísimos más peces sin tener necesidad siquiera de saber lanzar, ya que quitando la línea de la ecuación, que es la parte del equipo responsable del dragado de la mosca, las presentaciones de golpe mejoraron como de la noche al día. Y no pensemos en la pesca al hilo como únicamente la pesca con perdigones, que también se puede pescar al hilo en tándem con una seca y una ninfa e incluso con mosca seca. Había un bajo de Fulling Mill de esos largos, creo recordar que era de 12 o 14 metros, que permitía pescar a seca perfectamente. Creo recordar que se llamaba Fulling Mill Tactical Presentation o algo así. Se podía pescar con este bajo a seca igual que con una línea del 1 o del 2, siempre que la caña fuese la adecuada. Creo que es uno de los productos que más me ha jodido que descatalogasen. Ya me jodió cuando lo retiraron del mercado, pero en los últimos años en los que ya se pueden comprar cañas con punteras maciza a precios bastante comedidos, me jode en el alma no tener ya ninguno de aquellos bajos, porque usarlo con una de esas cañas de 9'6" línea 0 con puntera maciza para pescar a mosca seca a corta distancia iba a ser una gozada absoluta. Voy a empezar a mandar un email a Fulling Mill cada semana pidiendo que vuelvan a fabricarlo. Aunque eso ya lo hice con C&F pidiendo que volviesen a fabricar el portamoscas aquel de doble cara y no tuve ningún éxito. La única vez que me contestaron fue para pedirme que no enviase ya más veces el mismo email. La pesca al hilo también sirvió para que mucha gente se diese cuenta de que se podían pescar truchas a dos y tres metros de distancia sin ningún problema, con todas las ventajas que eso también supone. Es más fácil llevar a la sacadera un pez que has clavado a tres metros que uno que has clavado a quince. Es más fácil clavar el pez si tienes la mosca a tres metros y la ves a la perfección que si la tienes a quince y más que verla, intuyes por donde puede estar pasando. Y es más fácil controlar la calidad de la deriva de una mosca que está a tres metros de tí, que la deriva de una mosca que está a quince metros. Quedas como el puto jefe poniendo la mosca a quince o veinte metros, pero te va a costar mucho más ver si existe algún tipo de dragado o microdragado que haga que el pez pase completamente de tu mosca. En el caso de que suba, tu porcentaje de éxito al clavar se va a reducir bastante y, como es lógico, si clavas un pez a veinte metros tiene muchas más oportunidades de encontrar algún sitio en el que poder rozar el terminal para que se rompa o de poder liberarse del anzuelo, ya que la distancia desde la que tienes que ir acercándolo es mucho menor si lo clavas a tres metros. Yo creo que pescar hoy es más sencillo que cuando yo empecé. Y eso que en muchos sitios hay muchísimas menos truchas. Pero ha sido tal la evolución de algunos materiales y el cambio de mentalidad de muchísimos pescadores a la hora de afrontar una jornada de pesca que puede que las truchas sigan siendo igual de listas, soporten mayor presión de pesca y sean más escasas, pero es que nosotros lo hacemos ahora mucho mejor que antes.
29 oct, 2024
El hombre ha hecho cosas increíbles a lo largo de la Historia. Y en algunas ocasiones, otros hombres vuelven sobre los pasos de otros que los precedieron y consiguen resucitar conocimientos que habían permanecido ocultos durante mucho tiempo. No sé si alguna vez has oído hablar de Göbekli Tepe. Es un yacimiento arqueológico en Turquía en el que podríamos pensar que muchas cosas están fuera de lugar. En una época en la que todavía éramos más nómadas y cazadores recolectores que agricultores y ganaderos sedentarios, a alguien se le ocurrió construir un santuario que por sus características quizás encajaría mejor con pueblos que vivieron unos pocos miles de años después. El caso es que en uno de sus pilares, el pilar 43, recientemente arqueólogos de la Universidad de Edimburgo han descubierto que guarda el recuerdo, y las pruebas, de que un cometa impactó en La Tierra hace aproximadamente once mil años y que eso provocó una pequeña edad del hielo. Cuando veo alguna noticia o publicación de este tipo siempre pienso lo mismo. Muchas de las ideas que se mantienen todavía en el saber común de muchos pescadores a mosca provienen de libros que se escribieron entre 1960 y 1990. El caso es que muchos de esos libros se basaban principalmente en la observación y la experiencia, pero no había demasiada ciencia en ellos. A ver, que nadie me malinterprete. Yo soy de los que prefiere la experiencia a la ciencia cuando estamos hablando de ir al río a divertirse dos o tres ratos a la semana. Pero, por otro lado, teniendo en cuenta todo lo que ha avanzado el conocimiento en áreas como la genética, la biología, la ecología y tantas otras, ¿no sería maravilloso que algún especialista se pusiese a revisar con espíritu critico todas aquellas publicaciones de la segunda mitad del siglo XX para separar el grano de la paja y mostrarnos a los demás que cosas forman realmente parte de la ciencia y cuáles están más próximas a la magia? Durante siglos la magia, la religión y la ciencia se entremezclaron, siendo difícil separar unas de otras incluso. Pero a día de hoy, ¿de verdad no es posible desentrañar de manera científica el comportamiento de las truchas? Digo el comportamiento de las truchas por decir algo, porque si algo tenían todos aquellos monstruos de la segunda mitad del siglo XX es que no dejaban palo sin tocar. Y que nadie piense que lo estoy diciendo en tono jocoso. Mira, a mí no hay demasiadas cosas que me alteren el pulso, pero una de las que me lo altera se da cada vez que veo a alguno en plan: "pues Rafael del Pozo se equivocó con esta especie, puso la foto que no era en esta otra y como no sabía cuál era esa otra, se la inventó". Siempre me apetece contestarles lo mismo: "pero tú eres imbécil, ya me gustaría verte a tí hace cincuenta años con los medios y el conocimiento que había entonces, a ver de lo que eras capaz ". Es que no me jodas. No sé de qué año exacto es el libro, pero me imagino que antes de que se publicase pasó muchos años recolectando y estudiando todos los bichos que pudo, así que podríamos decir que han pasado casi cincuenta años. Y todos estos listos, cincuenta años después, ¿cuántos errores han encontrado en el libro? ¿Una docena? ¿Docena y media? ¿Dos docenas? En un libro de cientos de páginas. Es que te tienes que reír. Yo a veces hago la misma broma sobre Swisher y Richards, que pegan un patinazo al principio de uno de sus libros que es para echarse las manos a la cabeza. Pero no por criticar un posible error, sino porque se vinieron arriba de cojones. Pero que haga la broma esa no significa que no los respete profundamente, igual que a Schwiebert, LaFontaine, Bergman o el que sea. Todos esos fueron gigantes de la pesca con mosca. Y como estoy convencido de que si cualquiera de estos viviese hoy habría recurrido mucho más a la ciencia que la experiencia a la hora de escribir las grandes obras que nos dejaron, siempre me pesa que no haya hoy alguna figura equivalente que basándose en todos los avances que hemos vivido en todo este tiempo, no se ponga a revisar todas las ideas pergeñadas por todos estos gigantes para ver cuanto se acercaron a la realidad. E insisto. Desde el respeto más profundo y con la idea de complementar, revisar, corregir y completar todos aquellos trabajos, trayéndolos a la realidad de lo que los científicos saben hoy. No como si te estuvieses rascando la ingle con una mano mientras con la otra tecleas en el móvil: "Pues Rafael del Pozo esa mosca se la inventó". Por cierto, Rafael era otro gigante. Uno de los tres o cuatro que hemos tenido.
28 oct, 2024
Hay pescadores que son optimistas por naturaleza. No se puede hacer nada con ellos. Son así. A lo largo de mi vida he podido ir viendo diferentes ejemplos de esto, y como habitualmente escribo sobre cosas que me han preguntado alguna vez o sobre cosas que me llaman mucho la atención, no puedo dejar que acabe el año sin que los pescadores optimistas tengan su lugar por aquí. En mi opinión, los más optimistas de todos son los que siguen llevando un buen surtido de diferentes imitaciones de Ephemera danica en sus cajas. Creo que lo comenté en otro artículo. He visto en mi vida tres eclosiones de danicas y en ninguna de ellas vi una sola trucha que se interesase por alguna de las naturales. Obviamente mi experiencia no es representativa, pero dado que en los últimos veinte años me han pedido que hiciese imitaciones de este insecto dos veces, sí me tomo esto como una muestra mucho más representativa que mi propia experiencia para llegar a la conclusión de que hay que ser optimista de cojones para contar con sacarle partido a todas esas imitaciones de la danica en todas sus fases. Otro ejemplo de pescador optimista es aquel que siempre utiliza terminales del 0.18 o 0.20 porque cuenta con que cada día que sale la río le va a entrar el pez de su vida. En el 99.99% de los casos les valdría con un 0.12 para las truchas que sacan, pero ahí siguen como mosqueros impenitentes aferrados al hilo gordo porque nunca pierden la esperanza de que un pez de un par de kilos aparezca para llenar de razones su optimismo. También podríamos poner como ejemplo de pescador optimista al que tiene como anzuelo de cabecera el TMC 2499SPBL, o alguno similar en cuanto a resistencia, porque igualmente piensa que cada vez que vaya al río va a clavar algún pez digno de ese anzuelo. Otro ejemplo de pescador optimista es el que sigue yendo a alguno de los ríos asturianos en los que todavía queda algún reo despistado, cada vez menos, a eso de las nueve de la noche contando con que va a haber una eclosión del carajo y va a tener el sereno de su vida con peces cebándose como locos por todas partes. Creo que hace trece años que tuve uno de esos serenos por última vez, aunque también es cierto que yo ahora voy cuatro días al año y no cuatro por semana como iba antes. Pero los pescadores optimistas no están únicamente entre los mosqueros. Un ejemplo claro de pescador optimista es el pescador de spinning que compra triples de recambio para cuando se le oxiden los anzuelos que traen de fábrica sus señuelos. La realidad es que en la mayor parte de los casos nunca se llega a utilizar esos triples de recambio, porque lo más habitual es que los flamantes y caros señuelos japoneses terminen enganchados en alguna roca, algún alga o en la boca de algún pez, mucho antes de haber alcanzado la edad suficiente como para que sus triples debieran ser cambiados. Volviendo a la pesca con mosca tenemos también como ejemplo de pescador optimista al que intenta poner la mosca al alcance de un pez que se ceba a veinte o veinticinco metros. Y aquí se da un doble optimismo. Por un lado, el optimismo de creer que esa mosca va a derivar medianamente bien y que va a ser capaz de ver la calidad de esa deriva a semejante distancia. Algunos hasta se atreven a decir a esas distancias que el pez ha puesto el morro a dos centímetros de la mosca y que seguramente la ha rechazado porque el cuerpo llevaba dos pasadas del 431, lo que hace que quede muy oscuro al mojarse, y que si llevase solo una pasada, habría tomado la mosca 100% seguro. Por otro lado, está también el optimismo que les hace pensar que en el hipotético caso de que el pez hubiese tomado la mosca, podrían haberlo clavado sin problema y que el tiempo para llevarlo a la sacadera va a ser breve. Otro pescador optimista, y de este tipo cada vez hay más, es el que va tan contento con su caña de 9'9" línea 1 a pescar en una zona en la que abundan truchas por encima del kilo. Yo soy un gran fan de este tipo de cañas, pero no se me pasaría por la cabeza llevar una caña así para pescar el Sil, el Miño o cualquier otro donde las probabilidades de clavar un pez monumental sean elevadas. Y como más arriba hablaba de los que van con el hilo gordo pensando que en cada lance van a clavar el pez de su vida, tenemos también el caso contrario: los que piensan que con un 0.09 pueden sacar sin problema cualquier pez que claven. Que a ver... Algunos se sacan, pero ¿a qué precio? Incluso cuando hacemos compras de material en muchas ocasiones nos asalta un optimismo que en muchos casos está más que injustificado. Nos pasa cuando compramos una bolsa de diez gramos de cdc pensando que todas las plumas van a ser utilizables, cuando hacemos un pedido de cientos o miles de anzuelos pensando que no va a haber ninguno defectuoso o cuando creemos que todas las bolas de tungsteno de la bolsita son efectivamente de tungsteno al 100% o que todas pesan lo mismo. Y el más optimista de todos es el que se gasta una buena pasta en un vadeador pensando que le va a durar varias temporadas sin hacer agua. También te digo, ¿qué sería de la vida sin un poco de optimismo?
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