Decir que he pasado años probando moscas en el río viene a ser lo mismo que decir que he malgastado buena parte de mis jornadas de pesca.
En realidad no las he malgastado, es una manera de hablar. Pero sí es cierto que cada día que pasa me gustan más las cosas cuanto más sencillas sean.
No sólo en la pesca con mosca. En general.
Y estar probando diferentes modelos de moscas tiene varias complicaciones.
- Primera complicación.
Cualquier conclusión obtenida carece de base más allá de la propia experiencia del pescador.
Y generalmente solo le vale al propio pescador.
Me explico.
Creo que era Heraclito el que decía aquello de que no puedes bañarte dos veces en el mismo río.
Pues si hablamos de probar moscas, este es un problema de imposible solución.
Nunca podremos poner al mismo tiempo dos moscas diferentes delante del mismo pez y en las mismas circunstancias.
Entonces... ¿Cómo de fiable es cualquier conclusión obtenida?
Sí, ya sé.
Podemos irnos a conclusiones más generales, una vez descartada la opción de colocar dos moscas a la vez en el mismo lugar, con la misma presentación, el mismo pez...
O sea, que vas intentando pescar con una oliva con el 431 y no clavas un pez, pones un oliva con el 559 y de repente sacas peces sin parar.
¿Conclusión?
"¡El bueno es el 559!"
Ya.
El tema aquí viene a ser que cuando has cambiado de mosca el bajo de línea es otro, el tramo de río que vas a pescar también es otro, la hora del día ya no es la misma, puede haber habido cualquier variación en el caudal, la temperatura, la presión atmosférica, la luz, la actividad de los macroinvertebrados acuáticos...
En fin, son tantas las variables que escapan a nuestro control que cualquier experimento carece de sentido, y los posibles resultados y conclusiones que alcancemos pueden ser basura.
Vamos a intentarlo por otro lado.
- Segunda complicación.
Vamos a fiarnos de aquellos que pescan insistentemente un río concreto y que lo han hecho durante muchos años.
Creo que casi todos tenemos algún río en el que sabemos que mosca vamos a poner desde que estamos arrancando el coche al lado de casa.
O algún amigo al que preguntárselo.
Bien.
En el primer caso ¿cómo de importante es saber que mosca vamos a usar porque nos ha funcionado antes respecto al conocimiento de las posturas de ese río, el comportamiento de sus peces o conocer la configuración de equipo ideal para pescarlo?
En el segundo caso, por mucho que algún amigo nos diga que mosca usar, el que se conoce el río al dedillo es él.
Te lo digo de otra manera.
Si yo voy a pescar con algún amigo que lleva 20 años pescando el Carrión y usamos las moscas que él suele utilizar, siempre va a pescar él más que yo.
Si me lo llevo una semana a algún tramo concreto de Asturias y usamos las moscas que yo suelo utilizar...
Así se ve mejor por donde voy ¿no?
Cambiando de tema.
- Tercera complicación.
Siempre me llamaron poderosamente la atención todos aquellos que te afinan un montaje hasta darte una determinada referencia para la seda, el bajo cuerpo con un hilo de montaje determinado y una brinca concreta en tono, grosor y número de vueltas.
Y seguramente todas las referencias que te van a dar no están ya disponibles desde hace por lo menos veinte años.
Yo durante un tiempo, demasiado tiempo, me dediqué a hacer este tipo de pruebas.
Y te hablo de probar sedas y rayones. No te digo nada cuando llegó el furor del perdigón y había que probar todos los materiales del mercado, los que conseguías en mercerías, en bazares y demás.
La verdad es que engancha.
Sobre todo porque cada vez vas teniendo mejores resultados.
Y la tentación de achacar estos mejores resultados a alguna combinación de seda, hilo y brinca es grande.
Como te decía al principio, a mi me gustan las cosas sencillas, así que al final los mejores resultados los acabé atribuyendo al hecho de que haber pasado tantas horas en el río haciendo el canelo con mil referencias de hilos, sedas, plumas y pelos, me acabó haciendo un poco mejor pescador.
Y sí, ya sé que lo guay es decir algo así: "mira, es que he probado docenas de patrones hasta llegar a estos en concreto, así que te digo que yo sé lo que pesca".
Claro.
Lo que pesca también lo sé yo: el pescador.