Manda huevos que alguien que ha trabajado un montón de tiempo en marketing online vaya a decir lo que voy a decir yo ahora: lo importante a la hora de comprar un producto son sus características.
Mira, en marketing online siempre se trata de vender beneficios y no características. Esto funciona con un porcentaje enorme de los potenciales compradores. Seguramente en alguna ocasión ha funcionado contigo, y también conmigo.
Vamos a poner un ejemplo de lo que sería vender exponiendo beneficios, por ejemplo para una chaqueta de montaña:
"Diseñada junto a Alex Txikon y probada durante sus expediciones invernales al Himalaya la chaqueta Warmwall será tu prenda cálida ideal para todos tus viajes, tus salidas a la montaña y tu día a día de camino a la oficina".
Es cutre porque está escrito a vuelapluma, pero tiene todo lo que se suele utilizar: una figura de reconocido prestigio formando parte del diseño y desarrollo de la prenda, lo aspiracional, una serie de situaciones habituales para que te visualices utilizando esa prenda, transmite la idea de que es adecuada para un uso extremo y, por lo tanto, más que de sobra para que la puedas utilizar tú...
Ahora bien, ¿tienes pensado ascender al Manaslu en invierno?
Porque luego, si vas a ver las características de esa chaqueta, a lo mejor te encuentras con algo así:
- Plumón 90/10 de 800 cuins.
- Peso del relleno: 600 g. en talla L.
- Tejido exterior Drylite 40D.
- Refuerzos de kevlar en zonas de más desgaste.
- Cremalleras de ventilación.
- Capucha compatible con casco.
- Peso total: 1120 g.
Y ahora vete tú con la chaqueta de más de un kilo pensada para usarse a -30° a tu viaje de Semana Santa a Estocolmo o a hacer el Camino Sanabrés en Octubre.
Y que si se te ocurre ponerte la capucha compatible con casco vas a comprobar que se te descuelga por delante tapándote la cara hasta la barbilla.
Que con esto del cambio climático a lo mejor hasta se te queda escasa, nunca se sabe, pero lo más normal es que no puedas usar una chaqueta de ese tipo ni aunque por debajo solo lleves una camisetita de tirantes de Abanderado.
Por eso, cuando se trata de adquirir cualquier producto técnico, y lo mismo me da que sea una chaqueta, que una caña, que una línea o unos calcetines, lo más importante como compradores responsables e informados que somos, es conocer sus características, y comprobar si esas características se adaptan a nuestras necesidades.
Da igual que veas al campeón del mundo de turno diciendo que su nueva caña de la marca que sea de 11'6" para línea 00 es lo más de lo más.
Él tiene esa y tiene otras quince más solo para pescar a ninfa. Muchas se las habrán regalado y otras las habrá pagado a precio de coste.
¿Cuántas veces vas a pescar tú con una ninfa del 20 y un 0.08 para necesitar un caña de 11'6" línea 00?
Si esa es la pesca que prácticas habitualmente, adelante con ello. Pero si normalmente pescas con un par de ninfas de 2.8 o de 2.5 mm. y un 0.11 ¿Para qué coño quieres una caña para pescar con ninfas sin apenas peso y terminales ultrafinos?
Hay que escapar siempre que se pueda de todas esas influencias perniciosas que suponen los youtubers, los instagramers o algunos guías de pesca que se han dado cuenta de que pueden ganar más dinero trabajando para las marcas que trabajando para sus clientes. O a lo mejor no más dinero, pero sí de forma mucho más sencilla.
Tú mira solo hacia ti mismo. Y hazte estas preguntas:
- Pregunta 1: ¿Cuántos días pesco al año?
Si haces veinte salidas de pesca al año vas a necesitar un equipo muy diferente del que necesitarías en el caso de hacer cien salidas.
Para veinte salidas de pesca al año, un vadeador normalito te va a servir para varios años, salvo que tengas la desgracia de que te toque uno malo, que tampoco es descartable dado que los que salen malos suelen andar en un porcentaje bastante alto.
Y lo mismo para las botas. O el chaleco o chest-pack o lo que uses.
Con veinte salidas al año, o treinta, me da igual, es para entendernos, con una serie de productos cómodos de gama media tienes más que de sobra a poco que dediques algo de tiempo a cuidarlos y hacerles un mínimo mantenimiento.
- Pregunta 2: ¿En qué condiciones suelo pescar?
Si, por ejemplo, te limitas a la temporada habitual de pesca, digamos de abril a finales de septiembre, no necesitas ropa como para ascender un 8000. Con una camiseta térmica decente y un forro polar normalito tienes ropa de abrigo más que de sobra en el 99% de nuestros ríos.
Casi te diría que a día de hoy haría una inversión más importante en productos que sirvan para protegerse de los rayos UV que del frío.
Pero si lo tuyo es pescar en lo más crudo del invierno, entonces sí que tienes que plantearte otras cosas. Ahí sí que te conviene buscar capas intermedias de Primaloft o similar, unas mallas térmicas diseñadas para uso en climas polares, que estar metido en el agua con el vadeador cuando hace mucho frío no es moco de pavo, y también deberías pensar en accesorios como el Ketchum release o como cojones se escriba que te permitan desanzuelar y devolver el pez al agua sin necesidad de tocarlo ni de mojarte las manos, porque si no luego se te quedarán heladas.
- Pregunta 3: ¿Cuánto estoy dispuesto a gastar?
Esto solo puedes responderlo tú, así que aquí me puedo limitar solamente a lo que respondería yo a esa pregunta.
En mi caso, cuando se trata de ropa, jamás compro ropa específica para pescar. Compro ropa que me sirva para el día a día y que, una vez empiece a gastarse, pueda seguir utilizándola para ir de pesca o para ir al monte.
Por ejemplo: me compré rebajadísima una chaqueta Patagonia Micro Puff, que pongo en invierno, y va ahora para su tercer invierno, y de momento está perfecta. Cuando se empiece a deteriorar pasará a la bolsa de ropa para ir al monte o ir de pesca y sustituirá a una Trangoworld que tuve antes para usar en la calle y que está ahora en la bolsa de la ropa de pesca.
Lo mismo con las camisas. Compré en Zalando Privé tres camisas de Columbia con protección UV a precio de camisa de Primark y las he estado usando como ropa de calle. Cuando se empiecen a deteriorar, a la bolsa de la ropa de pesca.
Y así con todo.
Comprar ropa de pesca es una ruina, porque suele ser carísima y solo vale para eso. Aunque ahora que lo pienso siempre me ha llamado la atención que mucha gente se compra sudaderas Simms, Vision o de la marca de pesca que sea, para utilizarla como ropa de calle.
A mi siempre me ha parecido mucho más práctico comprar ropa normal que luego pueda reutilizar para pescar. Y bastante más económico.
- Pregunta 4: ¿Qué características tiene que tener el producto que necesito?
Esta es la pregunta más importante de todas. Y volvemos al principio de este artículo.
Antes de comprar nada medita a fondo qué necesitas exactamente. Y a partir de ahí, baraja todas las opciones que puedas y quédate con aquella que tenga una relación calidad/precio acorde a lo que tú necesitas.
Se trata de comprar con cabeza y basándote solamente en lo que necesitas tú.