Si estás empezando en la pesca con mosca o si estás empezando a hacer tus propias moscas secas es posible que esto te interese.
Ante la magnitud inabarcable de posibilidades que ofrece el montaje de moscas, tanto en materiales disponibles como en patrones que podríamos montar, no sería extraño que si nos estamos iniciando en el montaje de moscas no tengamos muy claro por dónde empezar.
Y me refiero únicamente a moscas secas para pescar truchas y reos. Si entramos en moscas para salmón, depredadores, ciprínidos, agua salada y demás, se multiplica todo por diez.
Yo siempre recomendaré a todo el mundo que es mucho mejor llevar en la caja diez o doce moscas de confianza y cada una de ellas en dos o tres tamaños, antes que llevar docenas y docenas de modelos diferentes de los que, en realidad, luego no usaremos la mayor parte.
Y... ¿Qué moscas son las que pescan siempre?
Las moscas que suelen pescar siempre son las moscas genéricas, que no imitan a nada en concreto pero podrían pasar por varias especies, y las moscas atractoras, que son aquellas que por un motivo u otro pueden despertar la curiosidad del pez. O su agresividad, su oportunismo o lo que sea.
Entre las moscas atractoras, por citar la que creo que es la más conocida, podríamos nombrar la Royal Coachmam o la Royal Wulff, que vienen a ser básicamente lo mismo con alguna pequeña diferencia.
A mi las moscas atractoras no me gustan demasiado. En la comparación con las moscas genéricas, que son las que más me gustan, creo que siempre salen perdiendo, así que si tengo que hacer una caja de moscas lo más polivalente que sea posible, empezaría por llenarla con moscas genéricas, como por ejemplo:
- Barón oxido, vino o rojo.
Sé que hay mucha gente que opina que el barón es una mosca atractora, pero yo creo que es una mosca genérica, ya que tenemos diferentes especies de insectos en color vino, teja o rojizos que van, además, de tamaños del 14 al 22 aproximadamente, por lo que teniendo esto en cuenta, para mi un barón es un ejemplo muy claro de mosca genérica, que puede pasar por diferentes especies que van apareciendo en diferentes momentos de la temporada.
- Una emergente oliva.
¿Conoces algún río truchero del mundo en el que no aparezca de vez en cuando alguna mosca oliva? Posiblemente lo haya, pero yo no conozco ninguno. Por eso, nunca falta en mi caja alguna emergente oliva, ya sea en montajes tipo U22 o directamente toda en Fly-Rite o echando mano de algunas sedas para el cuerpo y la exhuvia. Sea como sea, la emergente oliva no puede faltar.
- Una efémera paja.
Y dentro de paja voy a englobar todos los tonos similares, ya sea el paja, el oliva pajizo o lo que sea. Pondré como ejemplo el material que para mi es el rey de la polivalencia: Zirayón 4122. Imita todo y no imita a nada, pero cuando lo ves mojado piensas que eso se lo tienen que comer seguro. Y se lo comen.
- Terrestres.
Componen buena parte de la dieta de la trucha y, en algunos lugares, en un alto porcentaje. Por este motivo, en una caja de moscas secas que pretenda ser lo más polivalente que sea posible, no pueden faltar escarabajos y hormigas.
Puedes utilizar el patrón de montaje que más te guste, pero que no falten en la caja.
- Adams.
A ver... Creo que la Adams está pasada de moda. Recuerdo que no hace tanto muchos pescadores llevaban esta mosca en, al menos, tres o cuatro tamaños y tanto en su versión clásica con hackle y sus dos alitas como en su versión paracaídas. Docenas de Adams en las cajas de moscas de muchos mosqueros. Y hoy en día ya no se ve tanto.
El hecho de que ya no se vea tanto la convierte, en mi opinión, en una mosca incluso mejor (cosa que era difícil). Ese gris de la Adams original es otro color que no imita a nada en concreto pero que podría pesar por muchas cosas diferentes.
- Dípteros.
Cada vez es menos frecuente toparse con grandes eclosiones en nuestros ríos, pero los simúlidos o los quironómidos siempre están ahí. Y dado que las truchas parece que han ido desarrollando cada vez más cierto gusto por las moscas pequeñas o muy pequeñas, este tipo de moscas no pueden faltar en nuestra caja.
Luego cada uno tendrá su propio patrón de montaje, sus materiales fetiche y lo que sea, pero que nunca nos falte un buen díptero en nuestras cajas.
- Fanta de naranja.
El naranja es otro de esos colores que casi siempre pesca. Como el rojo, el negro, el oliva o el paja. Una vez que empieza a apretar un poco el calor casi diría que en superficie es el que más pesca de todos en muchos sitios, pero especialmente en tramos en los que no hay una gran presión de pesca.
O sea, si es mayo y empiezas a subir a ríos de montaña a los que no va demasiada gente a pescar con mosca, el naranja sería mi primera opción.
- Carne.
Y éste sería la némesis del anterior. La primera opción cuando empieza a apretar el calor en tramos medios y bajos, ríos regulados, etc. Sin olvidarnos nunca de los dípteros y las emergentes oliva, pero un carne en el 20 o 22 te puede arreglar todo el verano en muchas zonas diferentes.
- Amarilla.
Y para terminar con las efémeras cerraría con una de color amarillo. Yo prefiero los amarillos limón más bien claros, tipo el 3281 de La Paleta o el 580 del Gütermann de plástico. Pero hay quien prefiere los amarillos más tirando a verdoso como el Gütermann 580 de cartón, el 662 y similares. O quien se va más a tonos que tiran hacia el dorado, como el 488, 489...
- Tricóptero.
En mi caso lo tengo claro: tricóptero en cdc en paracaídas con cuerpos amarillo verdoso. Como aquí hablamos de pescadores que se están iniciando en la pesca con mosca o en el montaje de moscas, me iría a por un tricóptero sencillo que me saque del apuro pescando al agua, flote bien, se vea bien y sea resistente.